EL DERECHO DE REPETICIÓN DE LAS ASEGURADORAS SOLO CABE EN LOS CASOS LEGALMENTE ESTABLECIDOS SEGÚN EL TRIBUNAL SUPREMO, COMO EN EL CASO DE QUE EL CONDUCTOR CAREZCA DE CARNET DE CONDUCIR.
1º) La sentencia del
Tribunal Supremo Sala 1ª, de 20 de noviembre de 2014, nº 636/2014, rec.
1926/2012, declara el derecho de repetición de la indemnización por los daños
causados al propio vehículo asegurado solo cabe de conformidad con lo dispuesto en el artículo 10 de la LRCVM, con lo que limita el derecho de repetición de las
aseguradoras en casos de conducción por conductores menores de cierta edad no
declarados en la póliza.
2º) La acción de repetición
o de regreso, en el derecho de seguros, es aquella por la cual se faculta a la aseguradora
a recuperar las cantidades abonadas por razón del cumplimiento del contrato de
seguro y por el principio de indemnidad de las víctimas, cuando le asista el
derecho a hacerlo frente al tomador o el asegurado.
Pues bien,
dicha facultad de repetición que venía expresamente pactada en el contrato de
seguro se verá a partir de ahora limitada en virtud de lo establecido por la Sentencia de 20 de noviembre de 2014 dictada por la Sala Primera del
Tribunal Supremo, que declara
nulas las cláusulas que suelen incluirse en el seguro obligatorio de automóvil
por algunas aseguradoras, al entender que el derecho de repetición solamente
cabe pactarlo en el contrato de seguro, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 10 de la LRCVM, para el supuesto
de que el conductor carezca del carnet de conducir, no pudiendo por tanto
la aseguradora reclamar el importe abonado por la misma como consecuencia del
siniestro del que resultó responsable la conductora del vehículo asegurado
menor de 25 años, no declarada en la póliza.
3º) El
TS resuelve que es legal la cláusula contractual que excluye de cobertura los
daños y perjuicios causados por conductor no autorizado expresamente, que sea
además menor de veintiséis años; dicha exclusión de cobertura únicamente podrá
desplegar sus efectos fuera del ámbito del seguro obligatorio, alcanzando por
ello en el caso presente a la indemnización por las daños causados al propio
vehículo asegurado, cuyo importe consta satisfecho por la aseguradora.
El TS establece la
legalidad de la cláusula contractual que excluye de cobertura los daños y
perjuicios causados por conductor no autorizado expresamente, que sea además
menor de veintiséis años; por lo que en tal caso queda abierta a la aseguradora
la acción de repetición una vez que ha satisfecho las indemnizaciones oportunas
a los perjudicados.
Hasta la reforma
operada por la Ley 21/2007, el artículo 10 de la Ley sobre Responsabilidad
Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor disponía que el
asegurador, una vez efectuado el pago de la indemnización, podrá repetir, según
su apartado c) «contra el tomador del seguro o asegurado por causas previstas
en la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, y en el propio
contrato de seguro....».
Pero tal posibilidad
de exclusión de cobertura, en el ámbito del aseguramiento obligatorio, por
causas previstas "en el propio contrato de seguro" desaparece con
ocasión de dicha reforma. Resulta clarificadora al respecto la frase
incorporada por el legislador en el párrafo segundo del apartado III de la
Exposición de Motivos de la Ley 21/2007, que modifica el texto refundido de la
Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a
motor, aprobado por el Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 octubre, y el
texto refundido de la Ley de ordenación y supervisión de los seguros privados,
aprobado por el Real Decreto Legislativo 6/2004, de 29 octubre. Dice el
legislador lo siguiente: "Con el objetivo de reforzar el carácter de
protección patrimonial para el tomador o asegurado, se limitan las
posibilidades de repetición por el asegurador sobre ellos a las causas
previstas en la Ley, con eliminación de la posibilidad de que el asegurador
repita contra el tomador o asegurado por causas previstas en el contrato".
Pues bien, como
consecuencia, el artículo 10 en su apartado c), autoriza la repetición «contra
el tomador del seguro o asegurado, por las causas previstas en la Ley 50/1980,
de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, y, conforme a lo previsto en el
contrato, en el caso de conducción del vehículo por quien carezca del permiso
de conducir». Es decir que, legalmente, se limita la posibilidad de pacto sobre
repetición al supuesto de conducción del vehículo por quien carezca de permiso
de conducir, de modo que fuera de tal caso sólo cabe la repetición en los
supuestos previstos por la ley, no alcanzando los supuestos legalmente
previstos al caso de conducción por persona no autorizada según el contrato que
sea menor de veintiséis años, como aquí sucede.
En definitiva, dicha
exclusión de cobertura (que claramente era conocida y aceptada por el tomador
del seguro) únicamente podrá desplegar sus efectos fuera del ámbito del
seguro obligatorio, alcanzando por ello en el caso presente a la indemnización
por las daños causados al propio vehículo asegurado, cuyo importe consta
satisfecho por la aseguradora.
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